Volver a casa en Buenos Aires despues de mi gira Europea de dos meses me da tanta alegría como viajar. En este artículo te cuento como estoy experimentando la Milonga como una vivencia. En esta noche en particular me doy cuenta de la importancia de una actitud interna relajada sin expectativas para poder abrirse para los regalos de la vida...
Anoche estuvo mi primera salida Milonguera en BA despues de dos meses y estoy necesitando expresar la felicidad que me trajo. Salir es una vivencia, siempre te toca lo que te tiene que tocar en tal momento y siempre te encuentras con las personas que te mandó el universo mismo. Ayer entendí la importancia que tiene la actitud interna en salir (o cualquier emprendimiento en la vida). Últimamente me ha pasado que en algunas situaciones buscaba una conversación con personas cuando realmente no estuvieron disponibles, estuvieron agotadas de proyectos o tenían su enfoque en otras cosas, no era el momento. Me choqué y se sentió incómodo. Sentí que la actitud de querer a veces me pone rígida, ansiosa, pesada. Mi respuesta aprendido de mi infancia era: el otro no quiere -> lo voy a forzar MÁS todavía y me pongo inchapilotas hasta cuendo consigo lo que quiero! Es una respuesta visceral que tiene que ver tambien con una falta de confianza, el miedo de NO TENER.
Quien conoce la ansiedad Milonguera de querer bailar y no aparece nadie que te saca? De querer DEMASIADO y justo por eso es menos probable que suceda, porque se transmite una energía rígida.
La noche ayer era tán fantastica porque pude ensayar una nueva versión de mi. Una version completamente libre, relajada, abierta a lo que sea. Elegí Cochabamba 444 como mi primera Milonga post-viaje porque amo la energía de este lugar que tiene todo que ver con Ana Postergi que dejó sus huellas. (Quiero saber TODO sobre esta mujer, alguien quiere contarme?!). Vine directamente de las clases en el CETBA, me traje una pollera más linda pero ni me la puse porque me sentí tan en casa, tan perfecta como era, simplemente ser humano. Y es eso: un encuentro entre seres humanos. Tenía ZERO expectativas de la noche, simplemente quería ESTAR AQUI y me daba igual si bailaba, charlaba o miraba la pista tomando mi copita de Malbec. Estaba FELIZ en cada instante y el universo me dió de TODO: bailes estupendos, risas y bromas, charlas profundas y otra vueltita más con amigos a otra Milonga. Sentí que esta actitud interna generaba el ESPACIO para que la maravilla pudo suceder. Siento si iba a buscar ALGO o ALGUIEN especifico mi espacio interno se limitara y no puede recibir ni PERCIBIR la maravilla que ya esta sucediendo. Y maravilla siempre hay, porque es TANGO.
Amo el Tango. Amo la comunidad Tanguera que somos aca en Buenos Aires. Agradezco a mis amigos y pido disculpas si golpeaba en algún pasito en la pista tan llena.
La felicidad siempre esta.
Solo tenemos que elegirla, abrirnos y
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